Muchos creen que llorar es signo de debilidad, carácter blando o incluso que estás atravesando un cuadro depresivo, pero no hay nada más saludable que un buen llanto. Te contamos por qué:
Llora y siéntete aliviado
Llorar te permite aceptar, digerir y mejorar emociones o situaciones que estás enfrentando o que no puedes reconocer.
Después de haber llorado viene un sentimiento de alivio, incluso nuestro cuerpo tiene la necesidad de descansar y esto se debe a que el llanto activa el sistema nervioso parasimpático (SNP), que es una especie de regulador interno de cómo gasta energía nuestro cuerpo. El SNP se relaciona a menudo con procesos de descanso. Por eso, el hecho de no poder llorar puede traer problemas físicos y mentales.
El llanto te libera del estrés
Natalie Dattilo, psicóloga clínica, dice que cuando estás bajo presión, tu cuerpo libera la hormona cortisol que si se deja que se acumule, puede llegar a ser físicamente perjudicial. Pero después de haber llorado, los niveles de cortisol disminuyen y tu cuerpo libera otras hormonas que pueden actuar como sedantes, lo que crea una sensación de calma.
El llanto nos permite expresar emociones difíciles. Puede ayudar a reducir el estrés al activar el sistema nervioso parasimpático, que controla la habilidad del cuerpo para relajarse. Y nos ayuda a comunicar que necesitamos recibir apoyo.
Recuerda que:
- Está bien llorar a solas
- Está bien llorar con un amigo
- Está bien ver una película que nos haga llorar solo para desahogarnos
- Está bien pedir ayuda por medio del llanto
Está bien darte permiso para llorar Pero recuerda también que el llanto persistente puede que te esté avisando que necesitas ayuda profesional.
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