La muerte de un padre o madre es una de las despedidas más dolorosas que como hijos podemos enfrentar. El duelo será diferente si los perdemos como adultos o aún siendo niños.
Cuando uno de los padres fallece, generalmente nos enfocamos en el que se queda, dándole más apoyo, más atención y afecto. Hacerlo está bien, pero cuidar de nuestra salud y estado mental nos ayudará a saber sobrellevarlo mejor y ser ese apoyo que el otro necesita sin dejarnos de lado.
Sin embargo, para un hijo el duelo de afrontar la pérdida de ambos padres afecta directamente a nuestro legado, a nuestro árbol de familia. Nos sentimos desamparados y desprotegidos al enfrentar cambios drásticos dentro de la vida familiar.
Cada persona afronta la muerte y el duelo de manera distinta, pero existen etapas con las que nos podemos identificar.
Etapas del duelo
Negación
Hay preguntas a las que no encuentras respuesta, puede que tu carácter fluctúe entre rabia, tristeza o incredulidad. Sientes que no podrás recuperarte, que es una pérdida a la que no podrás hacerle frente.
Reconocimiento
Empiezas a asumir la pérdida de tu padre o madre y el duelo se convierte en recuerdos, memorias, momentos y enseñanzas. Entiendes que se han ido y agradeces haberlos tenido a tu lado y haber crecido con ellos.
Aceptación
Eres consciente de que no van a volver y empiezas a planear tu vida sabiendo que ellos ya no serán parte de esta. Eso no significa que los vayas a olvidar, pues los recuerdas más que nunca en cada paso que das.
Aunque tus hermanos e incluso hijos también estén atravesando esta pérdida, el duelo es algo personal y el tiempo que lleva superarlo también. Recuerda rodearte siempre de una red de protección en la que pueden estar los amigos o familia. Deja que te ayuden, abracen, escuchen y acompañen en este proceso, pues son parte importante para tu recuperación y serán la conexión que sigues necesitando.
Duelo en niños
La forma de enfrentar la muerte de los padres en un niño va a depender de su edad, su entorno, el entendimiento que tenga sobre la muerte y de cómo actúan, qué dicen y cómo están sobrellevando el duelo las personas que le rodean.
Pueden demostrar reacciones tanto emocionales como físicas. Los cambios de conducta pueden ser un factor que hay que observar, pues pueden variar desde hacerse notar más o guardar silencio y hacer como si nada hubiera pasado. Las reacciones físicas pueden ir desde dolores o cambios en las horas de sueño.
Cómo ayudarle a entender
Hablarle con la verdad
Compartir lo que sientes ante la muerte de su padre o madre le ayudará a expresar mejor lo que piensa y siente sobre su duelo. No temas llorar ante él o ella pues le estás demostrando que también lo puede hacer y que no está mal expresar tristeza.
Si no le es fácil hablar puedes proponerle dibujar sus sentimientos o ponerle colores a lo que siente en ese momento.
Ser directo
Las palabras confusas como “está en el cielo”, “se fue”, “ya no está” no le ayudarán a entender lo que está pasando y puede que piense que sus padres lo dejaron o que en algún momento van a regresar. Hablarle con claridad y honestidad sobre la muerte le ayudará a comprender y asumir su duelo.
Ayúdale a recordar
Es importante mantener el ritmo y hábitos que tenía en casa con mamá y papá, así como mantener actividades como leer cuentos, jugar, salir a pasear, hacer cosas que solía hacer con ellos. Alimentar el recuerdo por medio de fotos, frases e incluso reglas le ayudará a no perder la estructura y la vida a la que estaba acostumbrado.
En cuanto al velorio y entierro, es necesario preguntar al niño si quiere asistir y explicarle de qué se trata es fundamental. Permitir que llore y se despida, que haga preguntas y entienda que los que le rodean también sienten dolor, le ayudará a verlo más real.
Aunque el niño o niña haya querido asistir, debemos preguntarles si se sienten cómodos, si tienen dudas, si quieren seguir ahí o si quieren salir.
Otra opción es hacerle parte de una de las ceremonias para que no presencie todo el proceso funerario.
Para afrontar el proceso de duelo con tranquilidad
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